Oración por un amigo cristiano moribundo

Querido Padre celestial, mi amigo querido, que es tan cercano a mí como si fuera un hermano o una hermana, se acerca con rapidez a la hora en que lo tomarás en Tus brazos y lo llevarás a salvo a casa, a la costa celestial.

Gracias, Padre, por su vida y testimonio, y por el gran amor que tenía por Ti. Gracias por el ánimo que ha dado a tantos a lo largo de los años, y por el espíritu misericordioso que marcó el camino que ha tomado.

Señor, sé que su única alegría y deleite es estar junto a Ti para siempre, pero esto significa que quedaremos solos aquí. Sé que no sufriremos como sufre el mundo, pues nuestra esperanza y confianza están en Ti, pero sé que lo extrañaremos mucho. Lo extrañaré mucho, Señor, pues ha sido un aroma fragante en mi vida y en la vida de muchos que estuvieron en comunion con él.

Envuélvelo con Tu amor, querido Señor, y ruego que a su debido tiempo, cierre sus ojos por última vez en este mundo y los abra solo para verte a Ti. Cuánto Te adoro por Tu bondad y benevolencia. Gracias, Padre, por el privilegio de haber tenido a un amigo tan piadoso durante tanto tiempo de mi vida.

Dejo a esta hermosa persona en Tus manos, mi amigo querido, que fue tan cercano como un hermano o una hermana.

Ruego en nombre de Jesús,

Amén.