Padre que estás en los cielos, he traído ante Ti a mis queridos padres, quienes me trajeron a este mundo y me dieron el don de la vida. Te agradezco profundamente por el apoyo, el amor y el cuidado que me han brindado durante toda mi vida, pero también sé que no reconocen al Señor Jesús como su Salvador.
Te alabo porque, con Tu gracia, me buscaste para que me convirtiera en Tu hijo y me diste el don de la vida eterna; sin embargo, Señor, anhelo que mis padres también alcancen la misma fe salvadora en Jesús. Mientras más envejecen, más me doy cuenta de que sin Ti enfrentan un futuro triste. Señor, sin importar lo que haga falta, ruego que, con Tu misericordia, les des la experiencia que tuvo Pablo camino a Damasco antes de que sea demasiado tarde. Ruego que los acerques a Ti.
Señor, hazlos comprender Quién eres y qué has hecho por ellos; que moriste en la cruz para perdonar sus pecados, y que lo único que tienen que hacer es creer en Jesús como su Salvador.
Señor, úsame según Te plazca para señalarles a Cristo. No me dejes hablar fuera de lugar, sino que déjame aprovechar cada oportunidad para compartir con ellos el evangelio una vez más. Padre, los honro y los amo mucho, pues son mis padres, pero ruego que los salves. Acércalos a Ti con Tu amor, para que todos podamos estar juntos en Tu hogar eterno. En nombre de Jesús,
Amén.