Querido Dios, la única fuente de sanación y esperanza y el único manantial de paz, ten piedad y misericordia de Tus numerosos hijos que enfrentan la adversidad y que los aquejan las desgracias que impone este sistema mundial.
Atiende las necesidades de todos aquellos sobre los cuales es invocado Tu nombre y que enfrentan dificultades financieras y problemas de salud. Enriquécelos con Tu esperanza celestial, nútrelos con Tu bondad, y lleva a cada uno de ellos a salvo a su hogar prometido. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
“Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos;”