Padre, Te damos gracias porque con toda confianza podemos entrar al lugar santísimo por la sangre del Señor Jesús y presentarnos ante Tu trono de gracia a buscar Tu rostro y ofrecerte nuestras oraciones, plegarias y súplicas, por lo cual alabamos y glorificamos Tu santo nombre.
Señor, muchos de Tus hijos han perdido el rumbo e intentan saciar su sed con agua de cisternas rotas en lugar de beber abundantemente el agua de vida que solo de Ti proviene y, como consecuencia, una gran parte del cuerpo de Cristo se ha debilitado, es impotente y no le interesa la Palabra de Dios, y además se ha desorientado a las verdades que contiene. Muchos han perdido su visión de la esperanza gloriosa que tenemos por delante y muchos han vuelto a caer en la esclavitud del legalismo, aunque a través de la muerte y resurrección de Cristo hemos sido liberados de la esclavitud del pecado.
Ten piedad de Tu Iglesia necesitada, y devuélvenos el júbilo de nuestra salvación. Llévanos a los pies de la cruz y devuélvenos el júbilo de nuestra salvación y la verdad del glorioso evangelio de la gracia en los corazones de todos los que han perdido el rumbo en su senda espiritual. Gracias porque cuando huimos lejos de Ti, Tú sigues siendo nuestra ayuda segura en los momentos de angustia. Cuando somos infieles, Tú sigues siendo fiel y verdadero. Vuelve a acercar Tu cuerpo a Ti y haz que cada uno de nosotros tenga hambre espiritual de Ti, para que como cuerpo podamos glorificarte. Rogamos en nombre de Jesús,
Amén.