Padre amado, Te encomiendo al pueblo judío y la nación de Israel, y ruego que Tu gracia y protección los cubra como pueblo y nación. Señor, son Tu pueblo elegido y la niña de Tus ojos, y aun así las naciones del mundo insisten cada vez más en echarlos al mar, para que así deje de existir el nombre de Israel. No obstante, has prometido convertir Israel en una gran nación, para que se multipliquen como la arena que está a la orilla del mar y como las estrellas del cielo.
Ruego que cuides y protejas la nación de Israel. Dales sabiduría a sus líderes, y guíalos en las decisiones que deban tomar en un mundo cada vez más hostil. Ruego que los protejas con Tu brazo poderoso y formes una barrera de protección alrededor de sus hogares y ciudades, sus familias y sus hijos.
Ruego que frustres las prácticas y los planes perversos de sus enemigos, y los prepares para el terrible tiempo de angustia para Jacob, cuando Jerusalén se convierta en una piedra pesada para todas las naciones, y cuando todo el mundo se vuelva en contra de la pequeña nación de Israel.
Gracias, Padre, pues conoces el final desde el comienzo. Ruego que muchos lleguen a confiar en Ti como su Señor y Salvador, para que así como nación invoquen el Nombre del Señor y regresen al Dios de su Salvación. En nombre de Jesús,
Amén.