Padre celestial misericordioso, cuánto Te agradezco por la hermosa niña que Te ha complacido enviar a nuestro pequeño círculo familiar. Señor, ruego que llegue a reconocer al Señor Jesús como su Salvador personal, y que crezca en la gracia y se convierta en una verdadera mujer espiritual que ponga al Señor primero en cada ámbito de su vida.
Señor, danos sabiduría mientras la educamos y formamos espiritualmente y, Señor, ruego que podamos tener cuidado y diligencia al enseñarle los caminos del Señor, pues has prometido que si criamos a nuestros hijos en disciplina y amonestación de Dios, aun cuando sean viejos no se apartarán de tal camino. Por lo tanto, Señor, reclamo aquella promesa para mi hija y ruego que nos des la capacidad y la sabiduría para afianzar su conocimiento de las Sagradas Escrituras y hacer que comprenda con claridad Quién es el Señor Jesús y qué ha hecho por todos nosotros.
Trae a su vida amigos que amen profundamente a Jesús, así como una familia devota que le enseñe la gracia de Dios y la verdad de Tus Sagradas Escrituras. Que también brote en ella el profundo deseo de conocerte más mientras envejece. Señor, dejo a mi hija en Tus manos. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.