Padre celestial, gracias porque habito en Cristo y porque no pertenezco a este mundo. Gracias, pues estoy sentado junto a Cristo en lugares celestiales y mi hogar está en el cielo. Gracias porque soy Tu hijo. Y Señor, como sé que estoy en el mundo pero no pertenezco a este, Te pido que me des la gracia y la sabiduría para vivir de manera de glorificar Tu nombre en todo lo que digo y hago.
Señor, ayúdame a orar por mis colegas de trabajo con una mentalidad bíblica. Ayúdame a no despreciar la vergüenza o la ridiculización que debo soportar, más bien ruego poder demostrar la clase de espíritu que manifestó Jesucristo mi Señor al aprender la obediencia por todas las cosas que tuvo que sufrir.
Señor, Tú sabes que hay problemas en el trabajo, pero ruego poder enfrentarlos de una manera que Te complazca, para así crecer en la gracia y madurar en la fe. Enséñame Tus caminos, y déjame descansar en Tus promesas fieles, sin importar la hostilidad que reciba de parte de mis colegas de trabajo o de cualquier otra persona. Manten mis ojos siempre puestos en Jesús, el autor y consumador de mi fe, en Cuyo nombre oro,
Amén.