Querido Señor, gracias porque me acompañas todos los días y todas las noches, y Te doy gracias porque jamás me abandonas ni me desamparas. Señor, Tú conoces mi situación laboral, y sabes que existen peligros ocultos y diversos problemas de salud y seguridad que me exigen mantenerme atento, y Te pido que me cuides y me protejas a mí y a todos mis colegas de cualquier peligro, accidente o emergencia inesperados.
Gracias, Señor, pues has prometido ser mi protección y mi escudo. Gracias, porque estás adelante y detrás de mí, para así inspirarme y guiarme. Gracias, pues eres mi Dios y yo soy Tu hijo. Que la luz de Tu presencia resplandezca en mí, y abrázame en todos los deberes que hoy debo cumplir. Gracias por la certeza de que no hay nada que sobrepase Tu comprensión ni Tus habilidades, y porque el poder de Tu fuerza me protege. Gracias, en nombre de Jesús,
Amén.