Padre amado, Te doy gracias por brindarnos momentos en que podemos apartarnos de los asuntos del mundo. Fuiste Tú Quien llevó a Sus propios discípulos a descansar un poco, y Te doy gracias por este descanso, que me servirá para darme un tiempo y renovarme y restaurarme físicamente. Y no solo físicamente, Señor, sino que también emocional y espiritualmente.
Mientras comienzo mis vacaciones, Te pido que me des tus misericordias durante mi viaje. Acompáñame, Señor, mientras emprendo mi viaje, y protégeme de cualquier peligro o accidente inesperado que me provoquen ansiedad o dificultades. Ruego que veles por mí y me protejas, dondequiera que esté, ya sea si estoy entre multitudes tumultuosas o en momentos de tranquila soledad.
Ruego que sea un período en que pueda reponer mi cuerpo, mi mente y mi espíritu, para así volver a casa renovado, restaurado y listo para regresar a mi trabajo cotidiano. Gracias, Señor, por Tu generosa provisión. En nombre de Jesús,
Amén.