Padre amado, Te necesito en mi vida, ya que en esta abunda el estrés y los problemas, y soy incapaz de resolverlos por mí mismo. Ruego que me ayudes, Padre.
Durante los últimos meses, los problemas se han acumulado cada vez más, y ya no sé qué hacer. Pero sé que Tú nos dijiste que nos acerquemos a Ti si nos sentimos agobiados y abrumados, pues nos darás descanso. Ahora he venido a Ti. He venido a Ti, Jesús, y Te pido que cargues cada dificultad de mi vida, pues me está costando demasiado cargarlas por mí mismo.
Gracias, pues Tú jamás nos abandonarás ni nos desampararás, y porque nos has prometido acompañarnos en todas las circunstancias de la vida. Gracias, Señor,
Amén.