Padre celestial, cuánto Te agradezco porque, a través de la fe en el Señor Jesús, Tu Espíritu Santo me da dado vida en Él y me ha puesto en la familia de Dios y en el Cuerpo de Cristo.
Gracias, pues Él me ha sellado como propiedad Suya y ha hecho su morada en mi corazón, para así empoderarme en mi senda espiritual, mientras de a poco me transforma a la hermosa imagen del Mismísimo Señor Jesucristo. Ruego que el Espíritu Santo me guíe y me oriente en todas las cosas, y que me enseñes a escuchar las gentiles ordenanzas de Su voz mientras leo Tu Palabra o hablo contigo en oración. Dame gracia para reconocer Su suave susurro mientras cada día estudio las Sagradas Escrituras, y bríndame la sabiduría que necesito para distinguir Tus incitaciones espirituales a través de cristianos piadosos que me ofrezcan orientación o consejos.
Hazme mantener un corazón abierto y ayúdame a desarrollar un espíritu enseñable, y ruego poder tomar Tus caminos y vivir una vida que Te complazca y que glorifique a mi Padre que está en los cielos. Ruego en nombre de Jesús, Amén.