Querido Señor Jesús, gracias por haberme llevado a salvo al comienzo de este nuevo día. Gracias por haberme cuidado durante la noche, y ruego que hoy sea un día en que viva, me mueva y exista en Ti. Señor, ruego que las palabras que salen de mi boca, los pensamientos que se forman en mi corazón y las motivaciones tras todas mis acciones, palabras y pensamientos sean complacientes delante de Tus ojos y honren Tu nombre.
Señor, ruego que seas mi guía y mi limitador en todo lo que hoy diga y haga, para que así mis palabras y acciones no sean obra de mi carne, sino sean guiadas por las ordenanzas de Tu Espíritu Santo. Señor, ayúdame a caminar en espíritu y en verdad, y haz que mis ojos hoy se mantengan puestos en Jesús y que mis oídos estén abiertos a Tu suave susurro. Oh, Señor, ruego que seas glorificado en todo lo que haga.
Ruego que no me dejes caer en tentación y me liberes de las perversidades del día. Que hoy sea un día en que aprenda más de Ti, para así crecer en la gracia y el conocimiento de mi Señor y Salvador. Por lo tanto, ayúdame a caminar con humildad ante Ti durante todos los días de mi vida. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.