Querido Padre celestial, vivimos en tiempos agobiantes, y mi familia y yo enfrentamos dificultades financieras cada vez más grandes. Señor, a veces cuando pienso en el futuro, me invade el miedo de lo que hoy ocurre en el mundo. Señor, también sé que, al ser Tus hijos, no nos has dado el Espíritu del temor, sino del poder, del amor y de la templanza. Padre, en el fondo de mi corazón sé que esto es cierto, pero en mi experiencia, a menudo permito que el temor a mis propias dificultades financieras inunde mi corazón.
Señor, ayúdame a capturar cada pensamiento temeroso y entregártelo, pues has prometido llevar todas nuestras cargas y atender todas nuestras necesidades conforme a las riquezas de Tu gloria. Ayúdame a no intentar resolver mis problemas financieros con mi propia fortaleza, sino a depender de Ti y a confiar en Tus promesas inquebrantables.
Señor, solo soy uno de Tus innumerables hijos que enfrentan graves dificultades financieras, y a veces me pregunto cómo podrás atender todas nuestras necesidades en un mundo que pareciera haberse descontrolado, un mundo que pareciera aplastar a todos; sin embargo, confío en Ti y pongo mis necesidades a Tus pies. Ruego que, a Tu manera y en Tu momento, atiendas mis necesidades y me des la fortaleza para tan solo confiar en Ti y poner todas mis cargas financieras a Tus pies. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.