Amante Señor y Rey celestial, dale a nuestro pastor una unción fresca de Tu Espíritu Santo. Padre, llénalo de paciencia y paz. Derrama en su corazón el júbilo del Señor, y que el aceite de la alegría de Dios sea su porción.
Ruego que lo mantengas fiel y le des paciencia mientras le enseña a su congregación cada semana, la cual ha disminuido en cantidad. Enciende su corazón con Tu amor y mantenlo regocijándose en el Señor y en el poder de Su fortaleza. Ruego que le des una visión clara del futuro.
Que corra con paciencia la carrera que tiene por delante, con los ojos puestos en Jesús. Y que algún día escuche: "Hiciste bien, buen siervo y fiel".
Gracias, Señor Jesús,
Amén.