Padre amado, confieso que llevo mucho tiempo intentando solucionar los problemas de mi vida por mí mismo, en lugar de entregarte las riendas de mi vida. Señor, también sé que he intentado cargar las preocupaciones de los demás sobre mis hombros y con mi propia fortaleza, así como lidiar con mis propias preocupaciones y ansiedades y, Señor, estoy a punto de explotar.
Padre, sé que ya no puedo más, y quiero dejar todo en Tus manos; de lo contrario, sé que me iré a pique, y esta no es Tu voluntad para mi vida. Ruego que escuches mi plegaria, vengas a rescatarme y me perdones por haber intentado depender de mí y no de Dios.
Gracias por Tus muchas promesas hermosas de ayudarnos, consolarnos y cargar todas nuestras preocupaciones sobre Tus hombros. Señor, ruego que ahora me lleves en Tus brazos amorosos, y que me enseñes a habitar en Ti y no intentar hacer todo con mi propia fortaleza. Gracias por la verdad de que Tu gracia basta, y ayúdame a aplicarla en mi vida a partir de hoy. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.