Padre celestial, qué hermoso es saber que eres nuestro Dios. Señor, tan solo quisiera conocerte mejor y amarte más. Mi corazón anhela conocerte más y acercarse cada día más a Ti.
Mientras leo Tu Palabra y estudio las Sagradas Escrituras, ruego que me ayudes a aceptar todo lo que me quieres enseñar, y que hagas brotar en mí un espíritu enseñable que esté preparado para escuchar cómo Tu voz me habla y esté listo y dispuesto a responder a las gentiles ordenanzas del Espíritu Santo.
Tu Palabra dice que Tu pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento y, Señor, ruego que me ayudes a leer, apreciar, aprender y digerir en mi interior todo lo que me quieres enseñar a través de las Sagradas Escrituras, pues quiero poder defender lo que hay en mi interior, y deseo compartir la verdad del glorioso evangelio de la gracia con todos mis conocidos. Dejo mi vida en Tus manos, y ruego poder vivir cada día para Tu gloria y alabanza. En nombre de Jesús,
Amén.