Querido Dios, ni mi esposo ni yo habíamos sido salvados cuando nos casamos por primera vez, y todo marchaba muy bien entre nosotros. Pero ahora, Dios Padre, he vuelto a nacer y me he convertido en una cristiana nueva, una nueva creación en Cristo, lo que nos ha provocado conflictos.
Padre, me da pena saber que el amor que una vez compartimos se ha deteriorado por el solo hecho de que he comenzado a confiar en el Señor Jesús como mi Salvador. Mi esposo cree que soy "cursi", no le interesa nada de lo que digo sobre Jesús, y le está empezando a molestar bastante.
Ruego que me ayudes, Señor. Ayúdame a ser fuerte, a crecer en la fe y a no rendirme. Ayúdame de alguna manera a contarle a mi esposo la buena noticia del evangelio de la gracia. Quiero que sepa que el Señor Cristo murió por sus pecados y recibió el castigo que él merecía, y que resucitó al tercer día y derribó el poder de la muerte en las vidas de los creyentes. El evangelio es tan maravilloso, y solo anhelo que él también alcance la fe.
Señor, sé que nada es imposible para Ti, y Te pido que le enseñes la verdad a mi esposo. Ruego que llegue pronto el día en que sea salvado, igual que yo. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.