Dios Padre, gracias por haberme permitido ejercer esta maravillosa profesión de la enfermería, y ruego que hoy me acompañes a mí y a todas mis colegas enfermeras. Danos la fortaleza y la gentileza que necesitamos para lidiar con los numerosos y diversos deberes que hoy hemos de enfrentar.
Señor, Te pido que me des a mí y a mis colegas enfermeras la paciencia, la sabiduría y la gracia para atender a las personas con las que hoy tengamos contacto, y nos permitas comprender cómo lidiar con las diversas dolencias y enfermedades que sufren. Danos una actitud gentil y la capacidad para aliviar los miedos infundados, sosegar los corazones turbados y apoyar a aquellos que están cansados y asustados.
Ayúdanos a demostrar una preocupación genuina por nuestros pacientes, y que nuestras acciones y actitudes brinden el consuelo y la confortación que muchos buscan. Ayúdanos a comprender los miedos que a menudo inundan las mentes de los pacientes que están bajo nuestro cuidado, y ruego que me des la oportunidad de manifestar Tu amor a través de mis palabras y acciones. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.