Señor, por Tu maravillosa gracia e increíble amor soy quién soy, un pecador salvado por la gracia y mediante la fe en Jesucristo mi Señor y Salvador.
Gracias, pues el Espíritu de la Vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte, el Cual habita en mi corazón y me enseña Tu verdad y conocimiento, pues eres un Dios fiel y bondadoso, rico en misericordia y amor.
Gracias, pues Cristo me ha redimido y he sido justificado por completo delante de Tus ojos, puesto que Él se convirtió en pecado por mí y pagó el precio completo de mis pecados. Cuánto Te alabo porque, mediante la gracia de Dios, he recuperado mi comunión con Dios.
Gracias, pues Cristo resucitó de entre los muertos y se ha convertido en la primicia de los que se levantan, y porque participo en Su vida eterna a lo largo del tiempo y hasta la eternidad. Gracias, pues no hay condenación para aquellos que habitan en Jesucristo. Gracias, en el hermoso nombre de Jesús, por Tu maravillosa gracia,
Amén.