Padre celestial, gracias por nuestros hospitales y por la maravillosa manera en que has usado voluntarios para compartir el evangelio de la gracia, el amor de Cristo y la verdad del perdón de los pecados con los enfermos, los necesitados o los que sufren.
Multiplica a aquellos a Quienes hayas encomendado esta valiosa obra, sabiendo que la fe se alcanza al escuchar una y otra vez la Palabra de Dios.
Señor, también sé que en muchos lugares del mundo es mucho más difícil compartir el evangelio, sobre todo en los hospitales, los consultorios y los centros médicos; sin embargo, Padre, ruego que protejas a todos los que forman parte del ejército de voluntarios que han sido llamados a cumplir este servicio, y ruego que les des muchas oportunidades para que les cuenten a los demás sobre el amor de Cristo y compartan la buena noticia del evangelio de la gracia, de forma que muchos sean llevados al reino de Dios. En nombre de Jesús,
Amén.