Oración por una senda espiritual y una vida fructífera

Padre celestial, Tú eres el Alfarero y yo soy el barro. Cristo es la verdadera Vid y yo soy una simple rama que intenta habitar en mi Salvador. Ruego que mientras descanso en Él día a día, Tu Espíritu Santo lleve a cabo una buena obra en mí, para así producir abundante fruto de manera de honrarte y glorificarte.

Déjame habitar día a día en Cristo y permanecer en Él y Él en mí, para que el Espíritu Santo pueda realizar sin obstáculos la obra transformadora necesaria dentro de mi corazón, de manera de producir fruto aceptable a su debido tiempo.

Hazme estar dispuesto a aprender las lecciones de la vida que quieres enseñarme y estar preparado a aceptar que Tu podadera y vara de corrección son la manera de perfeccionar quién soy en Cristo y asemejarme a Él.

Ruego poder ser una rama fructífera que produzca abundante fruto para Tu gloria y alabanza. En nombre de Jesús,

Amén.