Amante Señor y Padre celestial, hoy he venido a Tu trono de gracia con profunda tristeza en busca de fortaleza, gracia y ayuda en esta profunda necesidad. Padre, la hermosa hija que decidiste traer a nuestra familia se está alejando de Ti, y me da pena que no reconozca al Señor Jesús como su Salvador personal y Señor, y pareciera haber olvidado todo lo que le enseñamos de niña.
Ruego que tengas piedad y misericordia de nuestra querida hija, y acércala a Ti con Tus cuerdas de amor y gracia. Haz que se dé cuenta de las decisiones insensatas que ha tomado y convéncela de que necesita volver a Tus brazos de amor y perdón.
Trae a su vida amigos piadosos y consejeros sabios, y elimina toda inclinación rebelde que tenga hacia las cosas de Dios. Dame las palabras correctas que decir cuando sea pertinente y otórgame la sabiduría para guardar silencio cuando sea necesario y, con Tu gracia, ruego que la hagas adquirir un conocimiento salvador de Jesús y que renueves la firmeza de su espíritu. En nombre de Jesús,
Amén.