Padre, mientras recordamos la firme fe y esperanza en Dios que la gran nube de testigos manifestó en Hebreos, Capítulo 7 y en otros versículos, rogamos que también podamos seguir su ejemplo y depositar toda nuestra fe en Tu hermosa palabra. Haznos confiar de manera cada vez más profunda en Ti, pues sabemos que Tu Palabra es fiel y verdadera. Nútrenos con la Palabra de Dios día a día y refréscanos con los ríos de agua viva que de lo alto fluyen hacia nuestros corazones, para que así todo lo que hagamos complazca al Señor y glorifique Su nombre.
Gracias porque en Cristo todos nuestros pecados han sido perdonados y hemos sido liberados del poder del pecado en nuestras vidas. Haznos inculcar nuestra confianza en el Señor Jesús a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos, para que así la confianza viva en Dios de las futuras generaciones sea su testimonio ante el mundo, y la fe en Su Palabra sea un testimonio que también se transmita a todos sus hijos.
Mantennos firmes en la verdad de la Palabra de Dios que nos ha entregado nuestro Padre que está en los cielos, y mantennos firmes y verdaderos a todo lo que hemos aprendido sobre Tu gracia y misericordia. Que nuestras vidas demuestren un amor cada vez más profundo por Ti, hasta que llegue el glorioso día en que nos lleves para estar junto a Ti en el cielo. Rogamos en nombre de Jesús,
Amén.