Querido Padre celestial, cuánta alegría trae el nacimiento de un bebé, y Te damos gracias porque este bebé nació sano, y Te pedimos que lo bendigas de manera especial a él y a toda su familia.
Te damos gracias por el don de los hijos y por la alegría que traen a la vida de muchos, y Te ofrecemos este bebé recién nacido y encomendamos su vida indefensa bajo Tu cuidado.
Rogamos que cuides y protejas a este niño. Envuélvelo en Tu amor y gracia, y rogamos que, con Tu gracia y misericordia, la luz de Tu amor resplandezca en su vida indefensa y algún día alcance un conocimiento salvador del Señor Jesucristo. Rogamos en nombre de Jesús,
Amén.
“Así dice el SEÑOR, tu Redentor, el que te formó desde el seno materno: Yo, el SEÑOR, creador de todo, que extiendo los cielos yo solo y afirmo la tierra sin ayuda;”