Oración por los que ministran en las cárceles

Padre celestial, oro por todas las personas que han dedicado su vida a ministrar a los hombres y las mujeres de nuestras cárceles, y ruego que uses sus vidas y su testimonio para hacer que muchos alcancen una relación y una fe salvadoras en Jesucristo.

Señor, conozco perfectamente la razón por la que cada prisionero ha sido condenado por sus crímenes y ha sido confinado a una celda; sin embargo, ruego que, con Tu gracia y misericordia, llegues a todos aquellos hombres y mujeres. Envía obreros a este campo para que compartan la buena noticia del evangelio de Cristo.

Prepara cada corazón para que reciba con alegría y esperanza el mensaje de la Salvación, y que muchos prisioneros alcancen una fe salvadora en Jesucristo nuestro Señor.

Gracias, Padre, pues no hay crimen demasiado grave que no puedas perdonar y no hay pecado demasiado grande que el poder de la sangre de Cristo no pueda limpiar por completo.

Si hay un sentimiento de desesperanza en el corazón de cualquier prisionero o la duda de que Dios algún día podría perdonar su crimen en particular, ruego que los convenzas de que necesitan volverse a Cristo para obtener perdón y creer en Su obra redentora de la cruz, sabiendo que está dispuesto y es capaz no solo de perdonar todos los pecados, sino que de vestir a todos de Su propia vestidura de justicia si tan solo creen en Jesucristo como su Salvador.

Gracias, Padre. Ruego en nombre de Jesús,

Amén.