Amante Señor, para una mujer es muy difícil tener que enfrentar una vida sin su esposo, y ahora me encuentro en esta situación. Es muy difícil acostarme cada noche y levantarme cada mañana sabiendo que ya no estará ahí para ayudarme. Y Señor, él solía hacer muchos trabajos pequeños por mí en la casa y asumía todas las responsabilidades de los asuntos cotidianos de la vida; por lo tanto, Padre, me aterra tener que enfrentar todo esto sola y sin su apoyo.
Señor, Te pido que Te mantengas cerca de mí, más cerca que nunca, pues no puedo enfrentar esto sola. Tengo los ojos puestos en Ti, confío en Ti y creo en Tu Palabra, pues has prometido acompañarme pase lo que pase.
Señor, no me dejes angustiarme ni sentir lástima por mí misma. Sé que no tiene nada de malo llorar por un tiempo, pero ayúdame a adaptarme al hecho de estar sola y, Señor, ayúdame a ver el futuro con esperanza y expectativa, así como a recordar el pasado con profundo agradecimiento por los buenos momentos que disfrutamos juntos.
Confío en Ti, Señor Jesús, y en nadie más, y confío en que Tu gracia, misericordia y suficiencia me ayudarán a superar esto. Gracias porque siempre estás ahí para ayudarme. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.