Oh Dios, estoy sufriendo, y mi dolor se hace casi insoportable. Haber perdido a mi cónyuge ha sido el suceso más devastador de mi vida, y siento que apenas puedo respirar, ya que el dolor por esta pérdida es muy intenso. Señor Jesús, la pérdida de mi cónyuge ha dejado un gran vacío en mi vida, el cual se ha vuelto tan profundo que siento que estoy paralizado del dolor todo el tiempo. Ruego que me ayudes.
Pareciera que mi vida y mi fortaleza se han esfumado, y me siento muy solo y solitario. Comienzo a darme cuenta de lo mucho que dependíamos el uno del otro, y ahora estoy solo y pareciera que nada puede llenar este gran vacío. Sin embargo, Señor, sé que Tú viniste a consolar a los quebrantados de corazón. Viniste a pastorearnos junto a aguas tranquilas y a cargarnos sobre Tu hombro en aquellos momentos en que cada pizca de fortaleza se haya desvanecido. Viniste a convertir las cenizas en belleza y a renovar nuestra fortaleza con Tu gracia suficiente y Tu amor inquebrantable. Ruego que me ayudes a superar este triste momento.
Restaura mi alma y renueva mi espíritu interior. Sé mi luz durante este período oscuro de mi vida, y que la luz de Tu amor resplandezca en mi senda e ilumine mi gran carga. Gracias porque eres mi Salvador y porque puedo confiar en Ti cuando no tengo a nadie más a quién acudir. Gracias en nombre de Jesús,
Amén.