Padre amado, he venido a Ti a rogarte que me ayudes a dejar de fumar. Padre, en el fondo de mi corazón siento que no soy un buen testigo ante aquellos que me rodean, y aunque sé que no hay pecado en fumar, aun así mi corazón desea dejar este hábito, para así poder alentar a los demás que también luchan con el mismo hábito, sean creyentes o no creyentes.
Señor, ruego que me quites el deseo de fumar y lo reemplaces por el deseo cada vez más grande de conocerte más y de acercarme más a Ti en los días por venir. Señor, creo que estás dispuesto y eres capaz de darme la fortaleza para dejar de fumar, y entonces Te alabaré. En nombre de Jesús,
Amén.