Oh Señor, cada uno de mis cumpleaños hace brotar en mi corazón recuerdos muy dolorosos. Señor Jesús, gracias por entenderme. Gracias por preocuparte. Gracias porque siempre estás conmigo y porque has prometido jamás abandonarme ni desampararme, sino que me acompañarás sin importar las penas o las dificultades que surjan en mi vida.
Ruego que sanes mi corazón y me des gloria en lugar de ceniza. Ayúdame a no enfocarme en el dolor del pasado, sino que a poner los ojos en la promesa de Tu esperanza bendita y la vida eterna que has preparado para mí en el cielo.
Gracias por todos los momentos buenos que he tenido en mi vida y, Señor, ayúdame a enfrentar este aniversario de cumpleaños sin amargura, sino que envuélveme con la dulzura de Tu amor.
Señor, lléname de Tu consuelo y paz. Señor, úsame para consolar a los demás que experimenten el dolor que yo he sentido. Señor, confío en que, mediante Tu fortaleza, podré enfrentar el futuro con la esperanza que solo de Ti proviene. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.