Padre celestial, cuánto bendigo Tu santo nombre por la maravillosa obra que Tu Espíritu Santo hace en la vida de cada uno de Tus hijos mientras nos amoldas y nos conviertes en las personas que quieres que seamos.
Gracias por la obra de convencimiento que hiciste en mi vida y por el proceso de maduración que continúa hasta el día de hoy, mientras me entrego a Tu constante enseñanza, instrucción y programa correctivo en mi interior. Ruego que día a día me ayudes y me orientes, y me enseñes todas las lecciones que deseas enseñarme, mientras sigues consolándome y corrigiéndome.
Hazme estar dispuesto a aprender todo lo que me quieres enseñar, y hazme cada vez más sensible a Tus advertencias y ordenanzas.
Ruego que me des oídos para escuchar Tu suave susurro y un corazón que esté dispuesto a tomar la senda que has elegido para mí. Hazme estar dispuesto a ir adonde Tú me lleves, hacer lo que Tú quieres que haga y renunciar a las cosas que decidas eliminar de mi vida, incluso si no lo comprendo.
Ruego que, con la fortaleza de Tu Espíritu, me enseñes a decir: "Hágase Tu voluntad, sin importar el costo", y me des la valentía para aceptar Tu voluntad para mi vida. Ruego en el hermoso nombre de Jesús,
Amén.