Gracias, Padre, por la herencia y el don de los hijos. He traído ante Ti a la hermosa hija que has puesto en nuestra familia, y a partir de hoy la pongo bajo Tu cuidado.
Padre, Te doy gracias porque desde niña ha logrado comprender Quién es Jesús y Lo ha aceptado como su Salvador, y además se ha dado cuenta de que murió para pagar el precio de sus pecados y que resucitó para que ella pudiera vivir y estar junto a Él por siempre.
Gracias, Señor, porque desde niña confía en Ti, y ruego que crezca en la gracia y el conocimiento del Señor Jesús. Que madure en la fe, y ruego que la protejas de las asechanzas del malvado que intenta debilitar su confianza en Ti.
Haz brotar en mi hija el fruto del Espíritu, y que aprenda a caminar en espíritu y en verdad mientras cultiva y hace crecer su fe cristiana. Ayúdame a enseñarle las hermosas virtudes de la honestidad, la integridad, la gentileza y la humildad. Que llegue a amar Tu Palabra, y que tenga hambre y sed de justicia. Ruego que su confianza en Jesús como Su Salvador y Señor aumente cada vez más hasta el fin de su vida. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.