Señor Jesús, he venido a Ti porque, al ver los tiempos difíciles que enfrentamos, mi corazón pareciera desfallecer, pues no sé qué camino tomar, salvo el Tuyo. Gracias, pues siempre has estado ahí para ayudarme, y porque siempre me has ayudado en mi momento de necesidad. Siempre en el momento indicado y de la forma correcta.
No me dejes temer a lo que depara el mañana, pues sé que no he de temer, ya que has prometido atender todas mis necesidades conforme a las riquezas de Tu misericordia.
Gracias, Señor, por Tu Palabra que contiene tantas verdades hermosas y promesas maravillosas. Tu Palabra me dice que siempre estás allí para ayudarme en momentos difíciles. Gracias por este versículo bíblico que hoy alguien me dijo: "No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fortaleza y te ayudaré; te sostendré con la diestra de mi justicia".
Gracias por esta hermosa verdad y por las numerosas promesas que has hecho a todos Tus hijos. Que mi corazón descanse en Ti, Señor, y no me dejes temer en estos tiempos difíciles. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.