Padre celestial, Te pido que me des un corazón con entendimiento y discernimiento. No me dejes enfadarme, sino ayúdame a responder a las necesidades, la desilusión y los problemas que enfrentan los demás.
Señor, impídeme desarrollar un espíritu demasiado crítico, pues a menudo me puede llevar a sacar conclusiones erróneas, y no me dejes hablar de forma precipitada, pues esto puede causar tristeza y dolor a los necesitados y los agobiados.
Señor, quiero que me uses como un canal de bendición, pero a menudo hablo fuera de lugar y no manifiesto el amor ni la compasión que me gustaría manifestar. Enséñame, Señor, a relacionarme con las personas, y ruego que me cambies desde adentro para ser la persona que quieres que sea. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.