Padre celestial amado, me asombra estar preparándome una vez más para tomar un examen importante, tras haber terminado mi educación normal hace tanto tiempo. A veces, siento que mi mente se ha deteriorado, y la idea de rendir un examen es bastante abrumadora. Pero Padre, Tú me guíaste en esta dirección, y has prometido acompañarme en todas las cosas y en cada estación de mi vida. Acompáñame, Señor, mientras me preparo para este examen y también cuando lo vaya a tomar.
Te agradezco y Te alabo por haberme dado esta maravillosa oportunidad de impulsar mi carrera profesional con este curso, y ruego que seas glorificado mientras avanzo en mi vida y aplico todo lo que he aprendido.
Gracias, Padre, por acompañarme hasta ahora. Sé que has prometido no dejarme nunca y ser mi fortaleza y soporte en todas las cosas, por lo cual alabo Tu santo nombre.
Amén.