Padre, confieso que he permitido volverme adicto al alcohol, y me avergüenza y me da pena que mi vida esté fuera de control. Señor, sé que a través de mí mismo no puedo eliminar este hábito destructivo, y Te pido que, con Tu gracia y misericordia, me ayudes a liberarme de esta adicción impía. Pronuncio esta plegaria sencilla y a la vez difícil en nombre de Jesús,
Amén.
“El vino es escarnecedor, la bebida fuerte alborotadora, y cualquiera que con ellos se embriaga no es sabio.”
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Oraciones para pedir ayuda a Dios