Querido Señor, ante Ti levanto las manos y el corazón esta mañana mientras comienzo a prepararme para otro día de trabajo. Te pido que me orientes y me guíes en todo lo que diga y haga y, con Tu gracia, hazme glorificar Tu nombre durante todo el día de hoy. Ruego que tengas bondad y misericordia de todos mis colegas mientras viajan al trabajo y regresan y mientras trabajamos juntos en nuestras diversas tareas y deberes el día de hoy.
Señor, esta mañana traigo ante Ti a cada uno de mis colegas, y Te doy gracias por la vida de cada uno de ellos y por el papel que desempeñan en nuestro trabajo. Gracias también por aquellos que han hecho un compromiso contigo al reconocerte como su Salvador, y ruego que juntos podamos demostrar el amor del Señor Jesús mientras desempeñamos nuestras tareas cotidianas.
Señor, en particular, oro por mis colegas que todavía no han aceptado al Señor Jesús como su Salvador, y Te pido que tengas piedad y misericordia de ellos. Señor, sé que Tú no quieres que nadie perezca, sino que todos alcancen la fe y la confianza en Cristo y, Señor, ruego que se haga Tu voluntad en cada una de sus vidas. Convéncelos a todos de que necesitan la salvación, Señor. Te pido que me des sabiduría para saber cuándo decir algo sobre Ti y cuándo guardar silencio. Bendice este día y a todos aquellos con quienes lo comparta, y hágase Tu voluntad en mi vida, a partir de hoy y para siempre. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.