Oh Señor, siempre es muy difícil despedirse de nuestros seres queridos, sobre todo si eran cercanos a nosotros. Sé que extrañaré mucho a mi primo, y que el resto de la familia también lo extrañará. Por tanto, Señor, ruego que consueles nuestros corazones en este momento de profunda tristeza.
Señor, sé que la muerte es un velo delgado de separación temporal para aquellos que Te aman, y Te agradezco y Te alabo porque, al ser Tus hijos, algún día nos reuniremos; sin embargo, aun así es difícil darse cuenta de que nunca volveremos a estar juntos en esta vida, por lo tanto, ruego que inundes nuestros corazones de Tu consuelo inquebrantable y nos des Tu fortaleza para continuar, pues sabemos que lamentas profundamente nuestra pérdida y que Te preocupas de cada uno de nosotros.
Gracias por los buenos momentos que pasamos juntos, y ayúdanos a celebrar con alegría su vida en lugar de llorar su pérdida. Ayúdame a darte gracias por el inmenso amor que compartimos. Gracias por la vida de mi primo, y ruego que nos rodees con Tus brazos amorosos y Te acerques a cada integrante de nuestra familia extendida. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.