Padre, rogamos que los hogares de las familias cristianas vuelvan a los cimientos fundamentales de su fe cristiana, donde su esperanza gire en torno a Cristo, donde la oración y la alabanza se conviertan en el regocijo diario de cada integrante del hogar, y donde los principios y prácticas piadosos se conviertan en norma y no en excepción. Señor, reconocemos que los fundamentos de la vida familiar y de una vida piadosa están siendo menoscabados por aquellos que intentan debilitar los principios piadosos y reemplazarlos por doctrinas de demonios, prácticas paganas y designios diabólicos. Sin embargo, Padre, el Mismísimo Señor Jesucristo dijo que construiría Su iglesia y que las puertas del infierno no prevalecerían en contra de ella.
Te suplicamos que des fortaleza a las familias cristianas y que día a día las hagas establecer una comunión más íntima junto a Ti, mientras los esposos y los padres vuelven a asumir el lugar que les corresponde como cabeza de su hogar según lo ordenó Dios, y sus esposas se ponen la vestidura virtuosa de una esposa piadosa y sumisa. Donde los niños aprendan a respetar y obedecer a sus padres, y donde Cristo sea honrado en cada mesa de comida y sea reverenciado en cada cabecera.
Oh Señor, escucha los deseos y las plegarias de Tus siervos, y que las familias cristianas de nuestra nación y de todo el mundo se unan en oración, en alabanza y en comunión familiar el uno con el otro y contigo. En nombre de Jesucristo nuestro Señor,
Amén.