Querido Señor, he sufrido varios abortos espontáneos, y también conozco a muchas personas que han perdido al bebé que llevaban. Esto deja una herida muy profunda, y Señor, esta vez no quiero perder a mi bebé. Te pido que me acompañes, Señor, y ruego que me mantengas a salvo a mí y al bebé.
Señor, sé que cada día de nuestras vidas está a salvo en Tus manos, y a pesar de que las dificultades que he tenido en embarazos anteriores no las has provocado Tú, sé que puedes convertir en algo bueno todo lo que ocurre en nuestras vidas, incluso las cosas dolorosas y malas.
No obstante, Señor, temo a la posibilidad de perder este bebé, y Te pido que me quites este pensamiento erróneo, que sé que solo me llevará a un temor más profundo. En lugar de eso, ruego poder aprender a alabarte por cada día que pasa y por la bondad y la gracia que has tenido conmigo. Manten a mi bebé a salvo y caliente, y Te pido que lo protejas de todo mal y, Señor, ruego poder tener un parto seguro. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.