Ayúdame, Señor Jesús, a enfocarme por completo en Ti. La vida se ha vuelto tan difícil y complicada que a veces no es fácil mantener los ojos de mi corazón puestos en Jesús, como sé que debería hacerlo, pues sin Él nada puedo hacer. Señor, a veces siento que pierdo el rumbo de mi vida, pero sé que mientras descanse en Ti, escucharé las gentiles ordenanzas de Tu Espíritu decir: "Este es el camino, tómalo...".
Señor, confieso que a veces cuando las cosas se complican, intento resolver mis problemas con mi propia fortaleza y encontrar la solución por mí mismo, sin primero acudir a Ti, por lo que pareciera que inevitablemente tomo la decisión equivocada. Sé que tienes un plan para mi vida, y también sé que no es fácil vivir en este mundo, pero sé que mi suficiencia está en Ti y que Tu fortaleza se perfecciona mientras descanso en Ti. Ayúdame a aplicar esta verdad en mi vida.
Guíame, Señor, por todos los obstáculos de la vida, y ayúdame a tomar todas las decisiones que cada día debo tomar. Enséñame a poner los ojos en Ti como mi Guía y mi Fortaleza. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.