Oh, gracias Señor Jesús, mi Vid celestial, por la plenitud de Tu bendición que depositas en mí. Quiero saber y comprender cada vez más lo que significa tan solo descansar en Ti. Déjame permanecer en Ti, en dulce unión con mi Salvador, y permanecer en bendita comunión contigo de manera cada vez más estrecha.
Enséñame, Señor, e instrúyeme a descansar en Tu amor. Ruego que me protejas y me guíes bajo el refugio de Tu velo, y que Te manifiestes cada vez más a mí,
Amén.
“Y en cuanto a vosotros, la unción que recibisteis de El permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; pero así como su unción os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así como os ha enseñado, permanecéis en El.”