Dios Padre, ruego que tengas misericordia de mí conforme a Tu benevolencia. Padre, mis pecados me agobian y mi alma está afligida por todas las transgresiones que he cometido contra Ti y por todos los pensamientos perversos y las actitudes impías que he permitido que influenciaran mi corazón y gobernaran mi vida durante tanto tiempo.
He intentado justificar mis iniquidades, y he ignorado la voz de mi conciencia interior, y Te pido que perdones mi arrogancia insensata al haber ignorado las gentiles ordenanzas de Tu Espíritu Santo.
Ruego que me perdones y me devuelvas el júbilo de Tu salvación, pues has prometido que todos los que confiesan honestamente sus pecados serán perdonados y volverán a establecer una relación correcta contigo, y que serán lavados de toda injusticia.
Señor, el sacrificio de mi corazón es presentarme quebrantado ante Ti, mi alma está realmente contrita y deseo volver a establecer una relación correcta contigo. Sé que las consecuencias de mis decisiones erróneas podrían acompañarme durante mucho tiempo; sin embargo, Te pido que, con Tu gracia y misericordia, perdones mis pecados, purifiques mi alma y me hagas establecer una relación correcta contigo, y entonces mi corazón se regocijará en Dios mi Salvador, en Cuyo nombre oro,
Amén.