Padre celestial, ruego que elimines cualquier área de mi vida que me impida ser fructífero en Tu servicio. Gracias porque me has dado todo lo necesario para vivir una vida piadosa y fructífera.
Te alabo y Te agradezco por la naturaleza divina implantada que recibí cuando nací de nuevo , la cual me permite escapar de la corrupción de este sistema mundial y me empodera para vencer los deseos de la carne.
Líberame de todas las tentaciones diarias, y ruego que me impidas dejarme llevar por los engaños del enemigo que se disfraza de un ángel de luz, pero que es un león rugiente que busca a quién devorar.
Examina mi corazón en busca de cualquier pecado oculto que pueda obstaculizar mi crecimiento espiritual, y descubre en mí cualquier área que deba erradicarse y que me impida vivir una vida realmente fructífera. Y ruego que termines la buena obra que has comenzado en mí, de manera de ser fructífero en Tu servicio, para Tu gloria y alabanza. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.