Amante Señor, eres mi confianza y mi bendita certeza. Eres la Roca de mi salvación y la fortaleza de mi vida. En Ti yace mi esperanza, pues eres mi fiel Pastor y el Cántico que regocija mi alma.
Gracias, pues Tus promesas son verdaderas y tu gracia basta para todas mis necesidades.
Gracias, porque Tus misericordias se renuevan cada mañana, pues eres un Dios fiel.
Gracias, pues eres mi Padre celestial Que me ama y me cuida.
Gracias, pues eres mi hermoso Salvador Que murió por mí y me dio una vida nueva.
Gracias, pues eres mi Consolador santo que me guía suavemente por la senda de la justicia hacia toda la verdad.
Amante Señor, dejo mi vida en Tus manos, pues confío en Ti plenamente. Ruego que me sigas cuidando, protegiendo, amparando, guiando, apoyando y dando fortaleza en cada camino de mi vida, pues en Ti confío, Dios mío y Salvador mío.
Amén.