Oración en Navidad

Gracias, Padre, porque Tus tiempos y ocasiones están predestinados y porque enviaste a Tu Hijo unigénito para que naciera de una mujer, de manera que en el tiempo señalado fuera la ofrenda por nuestros pecados, y al hacerlo se convirtió en la propiciación por todos los pecados de la humanidad.

Gracias, pues en las cámaras eternas de la Deidad todopoderosa, diseñaste un plan perfecto mediante el que salvarías a la humanidad de la separación eterna de Ti, para lo cual era necesario que el Hijo eterno del Padre se convirtiera en carne y fuera concebido y nacido de una virgen.

Señor, nos regocijamos ante la historia de Navidad y la maravillosa gloria que se reveló en la escena del pesebre del pequeño pueblo de Belén, así como en los campos, mientras los pastores cuidaban a sus ovejas de noche. Nos regocijamos ante la buena noticia que proclamó el ángel del Señor y que fue motivo de gran alegría, y nos asombramos al contemplar un coro celestial de seres angelicales que cantan: "Gloria a Dios en las alturas". Alabamos Tu nombre por la visita de los sabios del oriente y nos lamentamos por la atrocidad satánica que cometió el rey Herodes contra niños inocentes.

Sin embargo, más que nada, nos arrodillamos con humildad ante Tu trono de gracia al comprender que el bebé que alguna vez estuvo acostado en un pesebre debió ser crucificado en la cruz de la crueldad para que nuestros pecados pudieran ser perdonados. Padre, gracias por haber enviado a Jesús para que naciera y muriera por nuestros pecados. Rogamos en Su nombre,

Amén.