Oración después de recibir la comunión

Señor Jesús, qué privilegio poder acercarme a Tu trono de gracia y compartir los hermosos sacramentos del pan y el vino, en memoria de Tu sacrificio expiatorio en la cruz de El Calvario.

Gracias porque moriste por mí en la cruz y porque pagaste el tremendo precio de mis pecados, para que así todas mis transgresiones pudieran ser perdonadas y pudiera recibir Tu vida en mi interior.

Nunca me dejes olvidar el tremendo precio que pagaste por mí. Nunca me dejes olvidar que he sido comprado por un precio, la hermosa sangre del Señor Jesucristo. A partir de hoy, hazme vivir por Él, pues sé que Tu cuerpo fue destrozado y que Tu sangre fue derramada por mí,

Gracias, Señor. En nombre de Jesús,

Amén.