Querido Señor, ruego que me brindes un corazón entendido y llenes mis labios de palabras de consuelo y ánimo mientras cumplo con los deberes de enfermería que se me han asignado y, sobre todo, Señor, cuando me enfrente a pacientes poco colaboradores o médicos indolentes.
Ruego que hoy me acompañes mientras atiendo a los pacientes que están bajo mi cuidado, y Te pido que impidas que salgan palabras precipitadas de mi lengua. Dame gracia y sabiduría para lidiar con el enfado de los pacientes que se quejan, y dame sensibilidad hacia aquellos que intentan ocultar sus miedos tras una máscara de indiferencia.
Deja que hoy Tu amor resplandezca a través de mí, y derrama Tu compasión en mi corazón, para así poder brindar consuelo y alegría en la vida de distintas personas.
Señor, ruego poder dar lo mejor de mí hoy, simplemente porque estás allí para guiarme y orientarme en todas las cosas. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.