Gracias, Señor, por el comienzo de un nuevo año, y mientras nos adentramos en un futuro desconocido, rogamos que nos acompañes, nos guíes, nos orientes, nos enseñes y nos acerques aun más el uno al otro y a Ti. Gracias porque Tu bondad es infinita y porque Tus misericordias se renuevan cada mañana; grandiosa es Tu fidelidad, oh Señor.
Padre, sabemos que los tiempos en los que vivimos se llenan cada vez más de dificultades y estrés; sin embargo, Padre, nuestra esperanza está en Ti, pues eres nuestro Dios fiel Que ha prometido jamás abandonarnos ni desampararnos. Padre, mientras atravesamos el umbral de un nuevo año, con sus problemas y dolor inevitables, dejo mi vida en Tus manos, y confío en que me guiarás por el camino correcto que debo tomar, pues sé, Padre, que no hay lugar más seguro que caminar en comunión contigo.
Mientras nos adentramos en un futuro desconocido, Te ofrezco mi vida como un sacrificio vivo. Úsame para alabarte y glorificarte. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.