Padre Celestial, gracias por las palabras de consuelo que forman la Palabra de Dios.
Gracias, pues hoy Tu gracia me basta.
Gracias, pues tienes la fortaleza para todas las tareas que hoy enfrente.
Gracias, pues Tu mano me guía y Tu amor me rodea en cada momento del día.
Gracias hoy y todos los días, en nombre de Jesús,
Amén.
Querido Dios, clamo por ti ante mi pérdida y profundo dolor. Estoy confundido y no entiendo por qué hay tanta turbación y dolor en mi vida, pero pongo los ojos en Ti para que me consueles y me des fortaleza para superar esta situación.
Tengo los ojos puestos en Ti, Señor Jesús, y ruego poder entender por qué ocurrió tan terrible tragedia. Señor, confío en que me darás la fortaleza para enfrentar las dificultades ineludibles que surgirán ante tan espantosa catástrofe.
Ruego que sosiegues mi turbado corazón y derrames en mi corazón la paz que solo de Ti proviene y la fortaleza para sobrellevar este momento de angustia. Aunque se me parte el corazón y siento que mi espíritu está completamente destrozado, tengo los ojos puestos en Ti, y tengo la esperanza de que mi Salvador me llevará a Tus eternos brazos de consuelo y paz.
Creo que Tus misericordias se renuevan cada mañana y que hoy me manifestarás Tu misericordia y consuelo. Aunque siento que he caminado por valles tenebrosos, sé que no he de temer al mal, pues Tú me acompañas. Guíame, Señor, hacia Tu camino de paz. En nombre de Jesús,
Amén.
Querido Señor Jesús, me siento muy solo. He perdido a mi amigo y a mi compañero de vida, y me agobia mucho saber que nunca lo volveré a ver en la tierra.
Quisiera agradecerte porque siempre estás ahí para ayudarme. Gracias, pues me acompañas en toda la tristeza que siento. Déjame descansar en Tus brazos, sabiendo que pase lo que pase, Tú siempre estás allí para consolarme y guiarme.
Ruego que cuando lleguen tiempos oscuros y cuando la tristeza brote en mi corazón, estés allí para consolarme y ayudarme. Gracias, Jesús,
Amén.
Dios todopoderoso, Tú conoces todo lo que pasa en nuestra vida y comprendes lo difícil que es quedarse solo cuando la persona a la que uno ama ya no está.
Jesús, ahora me encuentro en esa situación, y me aterra pensar que tendré que enfrentar el futuro solo, sin el apoyo de la persona que era más cercana a mí.
Te pido que en este momento me envuelvas con Tus brazos de protección y consuelo, y me ayudes a no amargarme ni deprimirme, sino que a aprovechar esto como una oportunidad de aprender la lección que a Ti te gustaría que aprendiera.
Padre, no me dejes tener una actitud de resentimiento, más bien ten piedad de la persona que me ha dejado. Ruego que, con Tu gracia, la hagas establecer una relación correcta contigo.
Gracias, Padre, porque siempre estás allí incluso cuando los demás no lo están. Ayúdame a no ser indiferente con las emociones de los demás, sino que a manifestar el amor de Jesús en todo lo que haga. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Querido Señor Jesús, me da pena haber vivido la tristeza de un divorcio, y ruego que me consueles.
Gracias, pues sin importar qué ha ocurrido y qué enfrente en el futuro, Tú siempre estás allí para orientarme, consolarme, ayudarme y apoyarme. Gracias, pues Tú conoces todos los pormenores y los altibajos de nuestras vidas.
Padre, soy Tu hijo, y nuevamente pongo mi vida en Tus manos. Ruego que me concedas la gracia para albergar un corazón que ame y perdone, el consuelo para calmar la ansiedad de mi corazón, y la fortaleza para superar este triste y difícil divorcio.
Ruego que fortalezcas mi corazón y me permitas seguir con mi vida contigo al mando de mi pequeño bote. Dame sabiduría para confiar en que embellecerás mi corazón interno, para que así no albergue rencor ni celo alguno.
Ruego en nombre del Señor Jesucristo, Quien murió por mí en el madero de El Calvario. En Cuyo nombre oro,
Amén.
Padre amado, oro por estos padres, quienes hace poco perdieron a su querido hijo. Tú comprendes el dolor que sienten, pues Tu propio querido Hijo fue crucificado y murió en la cruz.
Tú eres nuestro Dios misericordioso del Consuelo, y entiendes nuestro dolor y tristeza de una forma que supera nuestra comprensión. Ruego que consueles el corazón de estos padres mientras lloran la pérdida de su hijo. Llénalos de Tu paz y esperanza. Gracias, pues los envuelves con Tus brazos eternos que están siempre allí para sostenernos, apoyarnos y consolarnos.
Ruego que me uses como consuelo y ayuda en los momentos de angustia. Te pido que me ilumines sobre las palabras correctas que debo decirles y que me des la sabiduría para saber cuándo callar. Haz que tengan plena conciencia de Tu presencia que los acompaña en cada momento del día. Acércalos el uno al otro y a Ti. En nombre de Jesús,
Amén.
Querido Señor Jesús, mi madre se debilita cada vez más, y me angustia ver lo indefensa y desamparada que está. Ruego que la consueles mientras yace en su lecho de enfermo y que le brindes Tu paz perfecta a su corazón.
Te pido que consueles y apoyes a todos los que Te aman, y que este momento de enfermedad sirva para que cada integrante de la familia se acerque más a Jesús.
Gracias por mi madre y por todo lo que significa para mí. Te pido que también consueles mi corazón y que me des la fortaleza para cuidarla mientras espera ser llamada a casa para estar junto a Ti en gloria. Gracias, en nombre de Jesús,
Amén.
Sí, Padre, para mí es un enorme consuelo que Tú conozcas todo lo que ha de conocerse. Hoy descanso en tal consuelo.
Amén.
Querido Señor Dios, qué gran consuelo es saber que eres soberano y que estás a cargo de todo lo que ocurre en un mundo que pareciera volverse cada vez más malvado y cruel.
Gracias, pues Tú conoces el fin desde el principio, y nada de lo que ocurre en nuestras vidas Te ha cogido por sorpresa. Qué consuelo saber que tomarás cada problema y lo usarás para llevar a cabo Tus planes y propósitos eternos. Gracias, pues enviaste al Espíritu Santo para que fuera nuestro Consolador y Guía en todos los momentos difíciles y complicados de nuestras vidas.
Padre, Te pido que consueles y ayudes a aquellos que luchan en este mundo conflictivo. Sosiega a los que tienen miedo, protege a los que son débiles, atiende a los necesitados, sana a los enfermos, y haz que todos los que no Te conocen conozcan a Jesucristo nuestro Señor, nuestro gran Mediador y Consolador, en Cuyo nombre oro,
Amén.
Querido Dios, sé que he pecado gravemente. He pecado en contra de Ti y he desprestigiado Tu santo nombre. Confieso que he obrado mal, y he venido a Ti con las manos vacías y en pobreza de espíritu, sabiendo que solo Tú puedes brindarme consuelo y paz.
Gracias por Tu promesa de que si me acerco a Ti a confesar todos mis pecados e iniquidades, me perdonarás y me limpiarás de toda injusticia. Gracias, pues la sangre de Jesús es el diluvio purificador que ha lavado todos mis pecados, y gracias, pues si confieso mis pecados, has prometido restaurar mi dulce comunión contigo y lavarme por completo.
Gracias, pues soy un pecador que ha sido salvado por la gracia, y porque mi protección eterna depende de la obra de Dios en la cruz, y no de mí. Ruego en el hermoso nombre de Jesús,
Amén.